El hombre es un ser social por naturaleza, ya que necesita de los otros para satisfacer necesidades tan elementales como el alimento, el refugio y la protección. Pero también necesita de los otros a un nivel distinto; habilidades como el lenguaje, el aprendizaje o la creatividad. Es por eso que la supervivencia del hombre, en tanto ser vivo y racional, depende de la vida social.
Cada sociedad he encontrado distintas formas de plantear su organización, satisfacer sus necesidades y alcanzar sus objetivos, y esto va constituyendo las identidades de cada una de ellas, mismas que les permiten diferenciarse de otras sociedades.
Como se menciona al hablar del materialismo historico, las acciones y relaciones sociales generan desigualdades, que se derivan de un distribución del trabajo, sus productos y el capital, en la que no todos reciben algo equiparable a lo que aportan. Esta desigualdad genera lo que se conoce como clases sociales, mismas que se distinguen tanto por su nivel de acceso al trabajo, la producción y el capital, así como por las prácticas, usos y conductas que generan, a partir de la relación interior.
No hay comentarios:
Publicar un comentario